Apuntes sobre el convenio de hostelería en Sevilla

Introducción

Recientemente se ha producido una polémica que afecta al sector de la Hostelería de la provincia de Sevilla. En esta polémica el SAT ha sido víctima de salvajes calumnias por parte de los sindicatos mayoritarios. Se han llegado a producir amenazas y manipulaciones de todo tipo. Es el momento de explicar cómo se han producido los acontecimientos.

Salarios e IPC

Cuando los sindicatos y la patronal negocian el salario, este puede basarse en el IPC (Índice de Precios al Consumo). No tiene por qué. También puede ser que la empresa pacte una subida o una bajada sin tener en cuenta el IPC. Por ejemplo para 2013 se pactó en el sector de la Hostelería un aumento del 0% y para 2014 se pactó el 0’5%.

Pero si el aumento se basa en el IPC real, no puede aplicarse hasta que se conozca dicho IPC real, cosa que ocurrirá una vez que acabe el año y, así, solo podrá ser abonado en febrero del año siguiente.

En los convenios, muchas veces se estima a cuánto va a ascender el IPC previsto, de manera aproximada. Una vez que se sabe cuál ha sido el IPC real, si es menor que lo estimado los trabajadores devuelven; y si es mayor, la empresa abona la diferencia. Realmente en el sector de la hostelería lo primero nunca ha pasado, aunque la patronal lo intentó en el 2008.

La negociación del año 2010

La negociación del convenio que se aplicaría entre 2010 y 2012 se pactó a principios de 2010, estableciéndose claramente en su Artículo 4º (Ámbito temporal) que su vigencia sería del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2012.

En función de dicho pacto, para estos tres años (incluido 2012) la subida salarial pactada sería del IPC real de cada año. Exactamente en el artículo 9º (Retribución salarial) leemos: “Para cada año de vigencia del presente convenio, los salarios se incrementarán al IPC real que resulte a 31 de diciembre de cada año, conviniendo las partes que en el mes de febrero siguiente a cada año se regularizarán los salarios, de tal forma que si el IPC real es superior al incremento a cuenta que se produzca, las empresas abonarán la diferencia, y si el IPC es inferior al incremento a cuenta que se produzca, los trabajadores vendrán obligados a devolver a la empresa la diferencia. Esta operación de liquidación se producirá en la nómina del mes de febrero de cada año”.

En este convenio, se establece provisionalmente una subida para 2012 del 1’5%. Pero, tal como hemos explicado, la patronal debería abonar más tarde la diferencia entre este 1’5% y el IPC real. Como en 2012 el IPC fue del 2’9%, la patronal -siguiendo su propio compromiso firmado- tenía que abonar un 1’4% en el mes de febrero de 2013 a todos los trabajadores del sector de la Hostelería de la provincia de Sevilla.

La demanda del SAT

Ante esta situación el SAT efectuó una demanda, pues no se había cumplido lo pactado. Además, la patronal y los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT actuaron con alevosía, pues se tendría que haber abonado esta diferencia en febrero; pero como sabían que iban a pactar un nuevo convenio en los siguientes meses, no hubo abono alguno y, en mayo de 2013, renegociaron la subida salarial del convenio anterior de manera retroactiva y, por tanto, ilegal.

A causa de este nuevo acuerdo, los trabajadores se han quedado con la subida del 1’5%, en lugar de cobrar el 2’9% tal y como les correspondía y se había pactado. Naturalmente esto no es legal. Pondremos un ejemplo práctico para que se comprenda: imaginemos que usted firma un contrato según el cual por cada jornada de trabajo va a cobrar 50 euros. Esa jornada está firmada y publicada en el BOP. Sin embargo, al finalizar la jornada y una vez que usted ha acabado de trabajar, el empresario le paga 40 euros porque dice que “ha renegociado” a posteriori con los sindicatos mayoritarios a cuanto debe ascender su salario. Pues eso es exactamente lo que ha ocurrido en el sector de la Hostelería de Sevilla.

De este modo, esta demanda afecta a nada menos que 35.000 trabajadores. Haciendo un promedio, el dinero que se le debe a cada trabajador del sector de la Hostelería de la provincia de Sevilla asciende a unos 270 euros por año (aunque dependerá de cada categoría laboral el importe exacto), con lo que a fecha de hoy asciende a más de 800 euros de media y sigue subiendo. Utilizando las tablas salariales del convenio colectivo (en concreto tomaremos las tablas salariales definitivas para 2012 que se aplicarían, por ejemplo, a un recepcionista), si cada trabajador gana 1.215’52 euros, cada año cobrará 19.448’32, con todas sus pagas incluidas. Si a eso le sumamos el 1’4% adeudado, debería cobrar 272 euros más por año. Este dinero lo han dejado de percibir anualmente todos los compañeros a causa del pacto entre CC OO – UGT y la patronal. Y así seguirá siendo si no prospera la denuncia del SAT.

Sobre la recogida de firmas de CC OO y UGT

Como hemos explicado, ante esta ilegalidad contra los trabajadores, el SAT interpuso una demanda. Pues bien, los sindicatos mayoritarios, en lugar de apoyar nuestra demanda, se han dedicado a recoger firmas contra ella por hoteles y restaurantes de Sevilla.

De hecho, la recogida de firmas nos insta a retirar la demanda y trata de engañar a los trabajadores diciéndoles que, por culpa del SAT, nos vamos a quedar sin convenio. Con este escrito pretendemos informar de que en varias provincias andaluzas no hay demanda del SAT y esto no influyó para que se firmaran o dejaran de firmar nuevos convenios. Actualmente Granada está sin convenio. En Jaén siguen con el convenio bloqueado y sin poder negociar. Huelva, por su parte, se quedó sin convenio durante un año y tuvo que mediar Rafael Rodríguez (Consejero de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía) para que finalmente se firmara. También en Málaga la Junta tuvo que intervenir para que se alcanzara el acuerdo.

En ninguna de estas provincias había demanda del SAT y, sin embargo, los sindicatos mayoritarios no fueron capaces de obtener un acuerdo. Además, nuestra demanda no va contra el convenio de Hostelería en su totalidad, sino que únicamente impugna un apartado del artículo 9 de dicho convenio. Por tanto, el hecho que se escuden en nuestra demanda para ocultar su incapacidad en la Mesa Negociadora (en la que el SAT de momento ni siquiera tiene representación) solo demuestra su necesidad de buscar excusas. Más valdría que emplearan su tiempo y sus recursos en movilizar a las plantillas para mejorar sus condiciones de trabajo, en lugar de usarlos para recoger firmas contra nosotros y contra los propios trabajadores del sector, que así, engañados y asustados por ellos, firman para bajarse sus propios salarios.

Pero hay algo más. El nuevo convenio firmado por CC OO y UGT no recoge la ultraactividad, de manera que no se prorroga automáticamente en caso de no haber un nuevo acuerdo. De modo que si el día de mañana nos quedamos sin convenio, los culpables serán ellos, por no haber negociado la ultraactividad. Hay jurisprudencia que avala que un convenio firmado en el 2010 es un convenio ultraactivo, incluso pese a la reforma laboral de marzo de 2012, ya que se firmó antes de que se promulgara dicha reforma. Por ejemplo la Sentencia 0206/2013. Incluso en el sector de la Hostelería, en un conflicto muy parecido a este, se han obtenido victorias logrando prorrogar la aplicación del convenio, como en la Sentencia 00436/2013. Y en muchos casos han sido CC OO y UGT quienes han ganado estas sentencias, lo que hace aún más inexplicable la actitud tomada contra nosotros.

Es más, en 2008 hubo una demanda por parte de estos sindicatos por los atrasos en el sector de la Hostelería de Sevilla. En 2012 se ejecutó la sentencia que había sido ganada y algunos trabajadores empezaron a cobrar los atrasos por valor de un 2%. ¿No habrá sido el 1’4% regalado actualmente la manera de que la patronal recupere lo que perdió entonces?

Conclusiones

Nos dejamos en el tintero una obligada reflexión acerca de cuántas empresas cumplen el convenio en el sector de la Hostelería. Probablemente el tipo de sindicalismo practicado por la burocracia, centrado solo en obtener comités de empresa, influencia y poder para su aparato sindical, tenga mucho que ver con el abandono al que se ven arrojados los bares.

Ya en el tema que nos ocupa, tenemos el convencimiento de que, más allá de las manipulaciones y los intereses creados por la burocracia sindical, cualquiera que se informe bien de los hechos tendrá que apoyarnos. El SAT no va a retirar su demanda, porque no admite chantajes y porque sería rendirse ante la patronal y facilitar que se nos bajen los salarios no solo en adelante, sino incluso de manera retroactiva.

Enlace a los detalles de la demanda del SAT en el Diario de Sevilla (+).