Por el derecho de autodeterminación, por la transformación social de Andalucía

Por el derecho a la autodeterminación. Por la transformación social de Andalucía mediante​ ​ una​ ​ Reforma​ ​ Agraria​ ​ antilatifundista,​ ​ antimonopolista​ ​ y ​ ​ fuera​ ​ de​ ​ la​ ​ UE.
Ante el inminente referéndum por la autodeterminación de Cataluña, el aparato de represión del estado actúa con toda su fuerza contra el pueblo catalán, usando a jueces, fiscales, policía, guardia civil y ejército. Las lamentables imágenes de estos días, con detenciones, registros de editoriales, imprentas y servicios postales por parte de diferentes poderes del estado español, ponen de manifiesto la clase de estado en la que vivimos, un estado cuyo gobierno amenaza con enviar al ejército para impedir el derecho democrático al voto del pueblo​ ​ catalán.

La supuesta oposición también muestra su lado más reaccionario en cuanto se cuestiona lo más mínimo el núcleo del estado. Si Ciudadanos actúa directamente alineado con el PP, el PSOE del ‘rebelde’ Pedro Sánchez muestra su total servilismo en este asunto, y Unidos Podemos, cuando no esconde la cabeza, juega a la ambigüedad y pide un referéndum
pactado, como si el derecho de autodeterminación fuera algo que tuviera que ser concedido por el estado. Y es que ​ la cuestión del estado es precisamente lo que está en juego y lo que​ ​ está​ ​ polarizando​ ​ las​ ​ posiciones​ ​ políticas.

La cuestión territorial de Cataluña no es algo nuevo. El estado español, proveniente del franquismo, arrastra desde el año 1978 cuestiones fundamentales sobre la concepción del estado. Entre esas cuestiones, además del problema territorial, está el de la situación social y económica en Andalucía, donde ​ es necesaria de forma urgente una Reforma Agraria antilatifundista, antimonopolista, fuera de la UE y de la OTAN​ . ​ Antilatifundista​ , porque los terratenientes utilizan las grandes extensiones de tierras para obtener materias primas a costa de la explotación de los jornaleros, y luego llevárselas a sus industrias que tienen en Madrid, País Vasco y Cataluña, dejando a Andalucía inmersa en el subdesarrollo.

Antimonopolista ​ porque todo lo que rodea al proceso de producción del campo está en poder de los monopolios y de las multinacionales: Las máquinas, los productos químicos, el transporte, la comercialización y los préstamos a los pequeños campesinos, están en manos de la banca, monopolios y multinacionales españoles y extranjeros que imponen sus precios y sus leyes. Por estas razones, los pequeños campesinos se hallan en su mayoría en la ruina, sin poder afrontar los gastos que son superiores a los costes. Y ​ fuera de la UE porque es este organismo el que dicta las políticas agrarias que mantienen en la miseria a los agricultores andaluces para favorecer los intereses del capital, que como se ha demostrado durante la crisis, es el órgano superior del continente que está por encima de los gobiernos estatales, concebido para administrar los intereses de los monopolios, multinacionales y la banca de los países más poderosos de Europa: Inglaterra, Francia y Alemania. Dicha reforma agraria debe ir mucho más allá del reparto de la tierra, y debe profundizar en la industrialización, poniendo toda la industria al servicio del pueblo, permitiendo​ ​ explotar​ ​ nuestros​ ​ recursos​ ​ de​​ la​ ​ forma​ ​ más​ ​ eficiente.

Para alcanzar estos objetivos, es necesaria una total transformación social y económica. Es necesario superar el capitalismo y que los medios de producción pasen a manos del
pueblo trabajador​ . Es necesario, en definitiva, superar este estado al servicio de la burguesía, este estado opresor que niega los derechos más fundamentales al pueblo, y
construir​ ​ un​ ​ estado​ ​ obrero​ ​ en​ ​ manos​ ​ de​ ​ la​ ​ mayoría​ ​ social,​​ en​​ manos​ del​​ pueblo​ ​ trabajador.

Los trabajadores andaluces, hermanos de los trabajadores catalanes y del resto del estado, tenemos que mostrar nuestro absoluto rechazo a las medidas represivas que está llevando a cabo este gobierno. Exigimos libertad para que el pueblo catalán decida sobre su futuro, teniendo claro que somos partidarios de la unidad de toda la clase trabajadora, pero rechazando​ ​ la​ ​ represión​ a​ ​ un​ ​ pueblo​ ​ hermano​​ que​​ desea​ ​ expresarse​ ​ en​ ​ las​ ​ urnas.

Los trabajadores andaluces exigimos además una transformación económica y social en Andalucía. Exigimos que las tierras, las industrias y los medios de producción en general
pasen a manos del pueblo para que este pueda desarrollarse y alcanzar unas condiciones de vida dignas, para que nuestras vidas dejen de estar en manos del capital y al servicio de los poderes financieros, para que nuestro trabajo deje de enriquecer a una minoría mientras el pueblo se hunde en la miseria. ​ Contra el poder del capital, es necesario construir poder obrero y popular​,​ incorporando a los comités de empresa y delegados de personal, a los barrios de trabajadores, a los estudiantes, pensionistas… de tal forma que se conforme ​ un gran frente de lucha que una a todos los sectores obreros y populares ​bajo una perspectiva de clase y anticapitalista que permita avanzar hacia una sociedad libre y justa.

Actualización: La manifestación del 30 de septiembre que iba a comenzar en Barqueta ha quedado suspendida por motivos ajenos al SAT.